Como todos los años, llega el mes de agosto, los racimos de uva han madurado y la levadura cubre cada uva por completo como si estuviera sucia, después de realizar el test de maduración, comienza la vendimia. Un grupo de experimentados vendimiadores aprovechan la tarde para hacer la recogida y llevarla hasta la bodega donde se va a realizar la molienda. El sol aprieta y es que este año es de los más calurosos, la uva no ha alcanzado su máximo tamaño debido a la sequía, pero es la hora de vendimiar, cuidadosamente se cortan los racimos de uva para molerlos en la bodega.